Cerca de 300 pasos al E-SE del Santuario de la Natividad, se
encuentra una Gruta de forma irregular, excavada en roca blanca y
tierna, llamada la Gruta de la Leche. Se dice que allí reposo un día la
Virgen, y la leyenda añade que amamantando al Niño Jesús cayó una gota
de leche en la piedra de la gruta, y ésta, de improviso, se hizo blanca.
El oratorio o iglesita es muy frecuentado por las mujeres
indígenas, cristianas o musulmanas, que recurren a la intercesión de la
Virgen para obtener abundancia de leche para alimentar a sus criaturas.
En el recinto, al O. de la capilla hay restos del pavimento de mosaico
con diseños geométricos de la iglesia bizantina y una tumba cruzada,
cavada en la roca. En el año 2007 se ha completado la restauración de la
Cueva, que ha limpiado las paredes y volvió a la luz original.
La
nueva iglesia, construida en la cima de una antigua cueva, fue diseñado
por los arquitectos Louis Lions y Rovati Chiara, el trabajo realizado
con el apoyo de los eslovacos fiel e italianos. La Gruta de la Leche
está flanqueada por monasterio encomendado a la hermana de las
Adoratrices Perpetuas del Santísimo Sacramento.
Un pasillo
interior de la cueva se conecta con la Capilla del Santísimo Sacramento y
de la Iglesia de arriba: la Adoración Eucarística continúa durante todo
el día y es posible que todos los peregrinos que parar allí en oración
silenciosa.
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